Carta del Hermano Mayor

lunes, 23 marzo 2020

Queridos hermanos y devotos: 

Llevo varios días queriendo dirigirme a vosotros pero me es muy difícil asimilar todo lo que está ocurriendo y encontrar palabras de aliento en estos tiempos tan difíciles, y por ende, en esta Cuaresma tan distinta que estamos viviendo. 

Hace varias semanas nos tocó vivir un momento histórico para nuestra Hermandad, otro más, un sueño para muchos cumplidos. Vivimos jornadas muy especiales e intensas con los preparativos, la presentación del cartel y los detalles, el día que la multitud fue a contemplarla a Ella y a su Hijo en un formato tan especial como exquisito, para finalmente poder compartir el maravilloso Vía Crucis de la Unión de Hermandades que la Virgen nos regaló en lo estético y en lo espiritual. 

Pues bien, con el regusto todavía de haber vivido dichos momentos, nos encontramos con el contrapunto, con la noticia que se vislumbraba en el horizonte y que ninguno queríamos que llegara. Se fueron sucediendo los hechos, y la Junta de Gobierno que me honro en presidir humildemente, tuvo que tomar una de las decisiones más duras hasta el momento, aunque había que hacer un ejercicio de responsabilidad y compromiso, había que paralizar nuestra activa e incesante vida de Hermandad, había que suspender, de manera excepcional, todos los Cultos y todas las actividades programadas, e incluso había que cerrar las puertas de nuestro Humilladero y de nuestra Casa de Hermandad.   

La base de estas decisiones emergía de la llegada a nuestra zona del temido Virus COVID-19, una pandemia que nos acecha en el pleno siglo XXI. A partir de ello, el Gobierno de la Nación decretó el Estado de Alarma en España, y seguidamente el Obispado, el Ayuntamiento y la Unión de Hermandades, acordó la suspensión de los desfiles procesionales en la Semana Santa del 2020. 

Todo quedó truncado, todo se rompió, nos toca vivir una Cuaresma muy especial, muy distinta, pero a la vez muy íntima. Este año nuestra penitencia va a ser mayor, tenemos que abrazar la Cruz aún más fuerte; “toma tú Cruz y sígueme”. La forma de vivir esta Cuaresma puede ser una oportunidad para acercarnos más profundamente a Dios sin distracciones, sin tanto “ruido”, ese que a veces nos hace alejarnos de lo verdaderamente importante para un cristiano en este tiempo. Nos puede ayudar a valorar lo importante y a consolidar mucho más nuestra Fe. Como Hermandad debemos de seguir mostrando el camino de la unión ante la adversidad, y de la solidaridad con aquellos que lo están pasando mal, además de aprender a reflexionar sobre los misterios de nuestras creencias sin estar presente lo estético y lo efímero, que tanto nos gusta. 

Yo como Hermano Mayor os pido, que recéis al Santísimo Sacramento del Altar, a Nuestra Madre y a su Hijo, desde vuestros hogares, con vuestras familias, pidiendo su protección para nuestros familiares, amigos, por las personas que están solas, por nuestros mayores y por nuestros niños. Os ruego y os animo que, desde casa en cualquier rincón, a solas, o si es posible, con nuestra familia, cojáis una de las miles de fotos que todos tenéis en vuestros hogares de Nuestra Bendita Madre de las Angustias y recéis unidos, pidiendo su intercesión ante el Padre y la salud para los enfermos, y en general por todas las personas que trabajan para que esta pesadilla se acabe. 

Para ayudaros a poder vivir esta Cuaresma de esta manera especial, y a pesar de las limitaciones que nos encontramos con estas circunstancias, tenemos que seguir trabajando en nuestra línea, demostrando que somos una Hermandad activa, unida y cercana a los demás. Por ello informaros que la mayoría de nuestras Diputaciones continúan trabajando en la medida de lo posible y adaptándose a las restricciones de las autoridades. 

  • Se están elaborando una serie de actividades para que este Septenario lo vivamos todos desde nuestra casa y estemos todos juntos en oración
  • A través de las redes sociales os invitamos a participar de la celebración de la  Eucaristía, poniendo a vuestra disposición la retransmisión de la misma.   
  • Se están llevando a cabo diversas labores solidarias, a través de la Diputación de Obras Asistenciales, como es la fabricación de mascarillas para nuestros sanitarios, colaboración con la acción “costaleros por nuestros mayores”, además de mostrar la cercanía y la predisposición a atender y ayudar a aquellos que puedan necesitarlo en estos tiempos difíciles. 
  • Ante cualquier necesidad que tengáis o que conozcáis, podéis poneros en contacto con nosotros por correo electrónico hermanomayor@sietecuchillos.com , o por WhatsApp 636240851.  

Sabéis que vuestro Hermano Mayor y vuestra Junta de Gobierno está muy cerca de todos vosotros para cualquier cosa que necesitéis, siempre disponible y más ante estas circunstancias. En estos tiempos que nos ha tocado vivir es más importante, si cabe, seguir demostrando y transmitiendo nuestra unión y la grandeza humana de nuestra Hermandad. 

En la confianza de que entre todos y sobre todo con la intercesión de Nuestra Señora de las Angustias superemos esta situación, que Ella nos bendiga y nos proteja siempre. 

Recibe un fuerte abrazo en Nuestra Señora de las Angustias.

Francisco José Mancilla Fernández

Hermano Mayor

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